jueves, 11 de septiembre de 2014

Sigue intentándolo, porque siempre habrá un nuevo amanecer


Sueño de estrellas fugaces que me guían hacia donde el sol se esconde para así observar a su hermosa amante, la cual resurge de los confines del abrumado y oscuro paisaje nocturno hacia el horizonte que limita el beso mas esperado de todos.

Los suaves y cálidos cabellos del galán rozan sus frías uñas y en un intento desesperado se funden en un abrazo apresurado, acompañado en ocasiones de lágrimas que cierran el velo difuminado del adiós y hasta pronto.

Un mar abierto y un cielo cerrado, enviando señales y cartas de amor que me guían al horizonte. Una estrella, un amor, un destino y una ilusión. Y, amarillas ,contornearán la montaña de los deseos, esperando el esperado amanecer.